La violencia intrafamiliar en el Cauca cada día crece de manera exponencial, solo por nombrar en estas últimas semanas las páginas del diario se han revelado al menos una noticia diaria de violencia doméstica registrada, van desde abandono alimentario, violencia psicológico, monetaria, hasta agresiones y asesinatos.
Pensar en ¿Cómo salvaguardar la vida de la gente? Es como imposible, se debe hacer un trabajo bastante denso. Primero educar sobre ¿Cómo identificar a los posibles agresores? Para que se eviten percances a futuro y se tomen medidas necesarias ante comportamientos que parezcan inofensivos. Como segunda media sensibilizar y dar a conocer los canales de denuncia y el proceso que se bebe realizar para ponerle fin a las situaciones que vulneren la paz y tranquilad dentro del hogar.
En el Cauca se están dando casos de hijos que agreden a sus madres, que de un momento a otro pierden el control y terminan con la vida de su progenitora. Esto nos lleva a pensar que como sociedad estamos bastante mal, que si vemos casos donde la persona no desee declarar antes las autoridades competentes, los demás hagamos lo posible por denunciar, de esta manera podemos salvar vidas. Que no nos de miedo ponerle frente a una problemática que golpe a golpe acaba con la armonía de la sociedad y que perturba a quienes lo presencian en muchos casos, tales como niños, adolescentes y adultos mayores.
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Las cifras que se manejan a nivel nacional no alentadoras, de acuerdo con la distribución porcentual de la notificación para P VI 2023 por tipo de violencia doméstica, el 47,8 % (31 889) corresponden a violencia física, 25,3 % (16 900) a violencia sexual, 15,7 % (10 484) a negligencia y abandono y 11,2 % (7 469) a violencia psicológica. Lo que realmente preocupa es que son números altos en estos casos y es un tema tan común pero que jamás se le da la trascendencia necesaria para que esto no se presente o por lo menos para que no exista recurrencia en los agresores.
Como bien sabemos los victimarios no reciben una adecuada resocialización, tratamiento psicológico y esto lo que lleva es a que se tienda a repetir de manera consecutiva estos actos con diferentes personas. Quizá se trabaje mucho más en la salud mental de todos para evitar que los hogares sufran estos escenarios de tristeza y caos.
Esperamos que las cifras bajen y que sea porque las denuncias dieron resultados y porque quienes fueron víctimas recibieron ayudas y sus agresores se encuentren con una resocialización adecuada.
