Plantas y fábricas enfrentarán requisitos regulatorios y de cumplimiento cada vez más estrictos

Las tecnologías digitales están en el centro de estos cambios dada su capacidad para impulsar la productividad exponencial.

Para las empresas, el último año y medio ha sido desafiantes, pero el sector manufacturero en particular se ha encontrado más presionados. A medida que la pandemia interrumpió las cadenas de suministro a nivel mundial, los propietarios de las plantas se vieron obligados a responder a la demanda que cambia rápidamente con agilidad, velocidad y agilidad recién descubiertas.

Con estas lecciones en la mano, los imperativos comerciales emergentes de hoy para la industria manufacturera incluyen flexibilidad, resiliencia de la cadena de suministro, mayor productividad y sostenibilidad. La optimización e integración tanto de la planificación empresarial como de la ejecución de la fabricación en un solo sistema digital representa el siguiente paso para los fabricantes en cuanto a crecimiento y rentabilidad.

En pocas palabras, los sistemas de fabricación que permiten una cadena de valor impulsada por la demanda y dinámicamente optimizada sobrevivirán, y prosperarán, en la próxima década y más allá.

Las demandas

En los próximos años, las plantas y fábricas enfrentarán requisitos regulatorios y de cumplimiento cada vez más estrictos, así como una creciente presión pública y gubernamental para ser sostenibles y energéticamente eficientes.

Tales demandas también encajan con las tendencias globales hacia la adopción de nuevos procesos para la circularidad, la reducción de carbono y la reducción de desechos. No es suficiente que los sistemas obsoletos de hoy en día sean aptos para la era de la Industria 4.0, sino que además deben estar preparados para la Industria 5.0.

En medio de esta era de rápida digitalización, muchas plantas se han embarcado en actividades de transformación que alinean los sistemas de fabricación para brindar mejoras tanto operativas como comerciales. Las tecnologías digitales están en el centro de estos cambios dada su capacidad para impulsar la productividad exponencial y los beneficios de sostenibilidad en toda la cadena de valor.

Según el Foro Económico Mundial, el valor de las transformaciones digitales en la Cuarta Revolución Industrial (4IR) se estima en 100 billones de dólares en los próximos 10 años. El sector manufacturero, que durante mucho tiempo ha sido un motor de la prosperidad mundial y el crecimiento económico, es clave para esta transformación.

La automatización

A nivel mundial, las empresas de fabricación generalmente han iniciado la transformación digital con la automatización de plantas y máquinas para minimizar las operaciones manuales y maximizar el rendimiento físico.

Pero la tecnología más avanzada, como los sistemas de ejecución de fabricación (MES), va más allá de la reducción de los procesos manuales para transformar la funcionalidad central de las aplicaciones y el rendimiento empresarial.

Los avances tecnológicos en big data y análisis predictivo, gestión de procesos comerciales, aplicaciones móviles y realidad aumentada están permitiendo a los fabricantes empoderar a los operadores para que comprendan los datos operativos.

Los datos detallados del historial de producción ofrecen oportunidades de recuperación al proporcionar información de optimización y facilitar la mejora continua. La visibilidad de las operaciones y el estado de los recursos permite una mejor toma de decisiones y colaboración entre las funciones de la planta y la empresa.

Además, las tecnologías de plataforma e integración más nuevas, como la nube, IoT, IIoT y dispositivos inteligentes y de borde, están reduciendo el costo de la transformación digital en el sector de la fabricación.

Por otra parte, conceptos como el gemelo digital y la transformación digital del trabajo se están convirtiendo cada vez más en herramientas para mejorar la eficiencia operativa e impulsar los resultados comerciales necesarios en las plantas de los fabricantes, entre otros.

El caso de la digitalización dentro del sector manufacturero es claro. Impulsados ​​por la necesidad incesante y creciente de agilidad y resiliencia, los fabricantes podrán empoderar a su fuerza laboral a través de la transformación digital y construir las fábricas inteligentes del futuro, desbloqueando beneficios de valor para todas las partes interesadas en el camino.

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