La caficultura en crisis es producto de una semana que concluye con tensiones en el sector cafetero colombiano. Este producto es el representante del 22% del PIB agrícola del país. Los cultivadores han expresado su preocupación por la baja rentabilidad de su actividad, la cual es vital para la economía nacional.
De esta manera, la incertidumbre se ha cernido sobre los caficultores ante los continuos vaivenes en el precio del café. Actualmente, se ha activado el Fondo de Estabilización de Precios debido a que el valor del producto ha caído por debajo de los $1.280.000 pesos por carga, generando preocupación en el sector.
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Por otro lado, el Gobierno emitió mensajes mixtos hacia el sector cafetero, alternando entre muestras de apoyo y críticas a la Federación Nacional de Cafeteros. Recordemos que se realizó una asamblea con cooperativas y asociaciones. Todo con miras a garantizar la continuidad de la caficultura, persisten las tensiones entre ambas partes.
«El mundo cafetero debe ser de cooperativas», señaló el presidente Petro, generando controversia sobre el papel de la Federación en el futuro del sector.
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Rol de las cooperativas frente a la caficultura en crisis
Las cooperativas juegan un papel fundamental en la comercialización interna del café. Su objetivo es el de asegurar a los productores un comprador al precio de los mercados internacionales. Sin embargo, las críticas hacia la Federación han suscitado debates sobre el modelo de negocio y la participación de las cooperativas en el mismo.
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La caficultura en crisis muestra que este sector colombiano demanda acciones concertadas entre el Gobierno, la Federación y las cooperativas. El objetivo es el de garantizar la estabilidad y el desarrollo sostenible de una actividad vital para la economía del país.
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