Deporte contra el vicio

Con las uñas, con valor, dirigentes deportivos comunales le quitan al vicio y a la delincuencia nuevas víctimas jóvenes a través de torneos deportivos. Cansados de no recibir respuesta ni ayuda de la administración respecto al tema de los escenarios, hartos de ver a los jóvenes consumidos por las sustancias sicoactivas y por esa vía, coqueteando con el delito, la gente de las comunas junta fuerzas, organiza campeonatos y cuida sus polideportivos. Los resultados son evidentes, muchos barrios tomados por las drogas y la inseguridad han mejorado ostensiblemente. Una de las mejores maneras de generar sentido de pertenencia e integrar a las comunidades, es sin duda la organización de eventos deportivos. Alrededor de un buen campeonato de fútbol, por ejemplo, se generan dinámicas sociales interesantes, se promueve la actividad física. Los barrios se animan, las familias tienen un rato de distracción gratuito, los vendedores ambulantes y el comercio en general consiguen ingresos. Además, alrededor de las decenas de campeonatos de futbol y futbolito que hay por todos los barrios, está el mercado de la confección de uniformes deportivos, el oficio del estampado, del cual se alimentan muchas personas. A propósito del futbolito, este hace parte de la cultura deportiva de los barrios de Popayán. Es una tradición. Antes había dos o tres campeonatos de importancia, especialmente el del polideportivo de La Esmeralda, ahora hay muchos por todas las comunas, especialmente las populares, pues es un juego económico, la indumentaria no es costosa. Por eso es vital que los escenarios deportivos estén en excelentes condiciones, pues a través de los torneos comunitarios, muchos jóvenes se alejan del pozo de las drogas; donde hay sudor, esfuerzo, adrenalina, es muy difícil que pueda entrar la tentación de los estupefacientes, además que se generan valores deportivos como la solidaridad, el trabajo en equipo, disciplina. Aparte de los escenarios deportivos, las dependencias oficiales, deben crear estímulos y acompañamiento para estos torneos, que casi siempre nacen de esfuerzos individuales. Ayudar con trofeos, estímulos, uniformes, logística, es mucho más económico que el costos social de un solo joven que se pierda en la drogadicción.

Te Puede Interesar