Una grave denuncia de acoso sexual sacude nuevamente al sistema TransMilenio en Bogotá. Una trabajadora que se desplazaba en un articulado rumbo a la estación Alquería aseguró que fue víctima de un ataque por parte de un hombre que aprovechó la congestión del bus para tocarla y cometer actos obscenos.
Los hechos ocurrieron el 27 de junio, cuando la víctima notó que el sujeto la rozaba de forma insistente. Al poco tiempo, sintió que se masturbaba detrás de ella y terminó eyaculando sobre su pantalón, parte del uniforme con el que se dirigía a su jornada laboral. “No supe cómo actuar, me paralicé. Nadie me ayudó, nadie se dio cuenta”, relató.
A pesar del impacto, logró tomarle fotografías al agresor y las compartió en redes sociales con la esperanza de que alguien pueda identificarlo. Días después volvió a encontrárselo, esta vez recibiendo miradas amenazantes.
Decidió hacer pública su denuncia debido al temor que le genera esta situación y para evitar que otras personas sean víctimas. Además, pidió a las autoridades reforzar los controles y la seguridad dentro del sistema, especialmente en horas pico, cuando el contacto físico es inevitable por la alta ocupación.
El caso genera nuevamente preocupación sobre la falta de mecanismos efectivos de prevención y respuesta frente al acoso sexual en el transporte público. Muchas víctimas se enfrentan solas a estas situaciones sin recibir apoyo inmediato ni acompañamiento institucional.
