¿Viene un segundo renacimiento? parte 2

Nos preguntamos acerca de si «¿Viene un segundo renacimiento?» ya que la realidad actual nos muestra una comparativa con el pasado, De la oscuridad a la luz, pero una luz que enceguece.

Lee la parte uno

El ser humano no parece tener valor en sí mismo sino como fuerza de trabajo, carne de cañón, capital político o social, en casi todas las empresas existe el concepto de ‘recursos humanos’ y a todos nos ha parecido normal eso. Nunca el ser humano valió tan poco y el individuo tanto.

Ahora todos nos enteramos de todo lo que pasa pero no podemos hacer nada al respecto, nos limitamos a ser un punto sin rostro en una estadística mundial, ceros y unos en  bases de datos. Cada vez perdemos mas control sobre los sistemas abstractos que nos manejan, asumimos políticas públicas en las que no participamos y votamos en elecciones en las que no confiamos. Es como si hubiésemos vuelto a la farsa cósmica pero con más accesorios.

Se trata de no ser escéptico por que sí, se trata de ser un optimista bien informado. No podemos asumir que la decadencia que vivimos es el principio del fin. No podemos negar la crisis, pero crisis es una palabra que en chino, significa lo mismo que oportunidad. En Latinoamérica si que sabemos de eso, hemos vivido en crisis durante tanto, que siempre se gestan pensamientos en pro de la libertad, del progreso, de la emancipación humana, esos valores que nos lograron sacar de la oscura edad media. Todo lo anterior, con un importante distintivo axiológico, la solidaridad. Porque no podemos entender la libertad como ser individuo, sino como persona en sociedad.

La relación con la naturaleza

Lo último que debemos replantearnos es el fundamento del dominio sobre la naturaleza, ya que dicho dominio nos está llevando por la senda de la destrucción. Mas bien deberíamos ser colaborativos con la naturaleza, el planeta tierra, no entendido como lugar sino como ser vivo. Y esa convivencia entre el ser que somos, y el ser que nos alberga, nos ayudará para seguir existiendo dignamente.