El clima de tensiones políticas en el municipio de Cuítiva, Boyacá, se agudizó el pasado 7 de mayo cuando el personero municipal, Fabio Guillermo Araque Álvarez, denunció penalmente a Néstor Emiro Cepeda Tenza por un presunto acto de violencia contra servidor público. Según la denuncia interpuesta en la estación de Policía local, Cepeda Tenza habría atacado verbalmente al personero con un lenguaje soez, a raíz de su participación en un proceso judicial que buscaba la pérdida de investidura del concejal José Antonio Cepeda Tenza, hermano de Néstor Emiro.
El personero explicó que, al promover la demanda contra el concejal, no solo estuvo actuando en cumplimiento de su función como garante de la legalidad, sino que también se expuso a represalias por parte de la familia Cepeda Tenza. Según el relato de Araque Álvarez, durante el altercado, el denunciado le expresó que “por ese hecho de haber presentado demanda contra el hermano, él iba a tomar represalias en contra de mi persona, integridad y bienes”.
Este incidente subraya la creciente tensión entre los poderes locales en Cuítiva, donde las diferencias políticas parecen haber traspasado los límites del debate democrático, convirtiéndose en amenazas explícitas contra funcionarios públicos. La denuncia presentada por Araque Álvarez no solo pone en duda las prácticas de la política local, sino que también abre una peligrosa brecha en términos de respeto a los derechos de los servidores públicos, quienes, en su labor, deberían gozar de la protección legal necesaria para ejercer su trabajo sin temor a represalias.