Víctor Mélida, más conocido como Viruzz, está en el ojo del huracán desde que consiguió derrotar con un brutal KO en su combate de boxeo contra DK Money. Tras la esperada pelea, todo era fiesta para el famoso streamer, hasta que los análisis posteriores al evento terminaron desvelando una tasa de testosterona diez veces superior a la cantidad normal de una persona.
Hablamos, sin medias tintas, de dopaje deportivo. Concretamente de Boldenone M1, un esteroide anabólico, comúnmente llamado anabolizante. En esencia, se trata de una sustancia capaz de hacer crecer a una velocidad muy elevada los tejidos musculares, de ahí que sea una forma de dopaje que vemos con frecuencia en diversos tipos de deportistas, tanto profesionales como amateur, ya que también está ligado a cuestiones meramente estéticas en el caso de algunas personas.
Tras dar positivo en los controles después del combate, Viruzz reconoció los hechos y pidió perdón a todo el mundo a través de un extenso comunicado compartido en sus redes sociales, y ahora ya es oficial la sanción que deberá cumplir.
➡️Resumen situación Viruzz
— Anuj (@Anujbost) August 7, 2023
-Comunicado donde le hacen pagar 9300 euros+ como multa y le prohiben competir dos años con capacidad de reducir a uno
-Se le detectó Boldenone M1, un anabolizante
-No deberá devolver el premio y se considera que no hay ganador del combate pic.twitter.com/pEdhUMICJ9
La sanción de Viruzz tras su dopaje
Lo primero y más evidente, pues es casi imposible librarse cuando a un deportista le pillan dopándose es la inhabilitación para volver a competir. En este caso hablamos de dos años de sanción, aunque en caso de presentar alegaciones se podría valorar la reducción a uno solo. La otra parte de la sanción, la cual no será negociable en ningún caso, atiende a 9.300 euros de multa que deberá pagar.
Curiosamente, y aunque su validez queda en nada pues tras confirmarse la adulteración del combate carece totalmente de valor y oficialmente ya no hay un ganador, Viruzz no tendrá que devolver el premio. Hay quien dice que la victoria debería caer en manos de su oponente, tal y como sucede en otros deportes como el fútbol.