En lo corrido de los meses de septiembre del 2022 hasta marzo del 2023, más de 1.400 padres, madres y cuidadores han recibido orientaciones sobre situaciones o riesgos sobre la vía, además de participar de charlas de crianza con ternura haciendo énfasis en el manejo de las emociones y la importancia del tiempo de calidad que se le brinda a las niñas, niños y adolescentes.
Para guiar su tránsito en el interior del país, se socializa y se comparte un mapa del territorio, identificando puntos que van desde albergues o puntos de atención, además de su distancia y oferta de servicios.
Las niñas y niños que llegan con sus familias, participan de Espacios Amigables para la Niñez (EAN) dispuestos en los puntos de atención que tiene World Vision en la Terminal de transporte de Cali, el Bohío, Villa Rica, Mondomo, El Bordo, entre otros, para que las niñas y los niños puedan disfrutar de un tiempo de lúdica y juego luego de haber transitado horas ya sea en “cola” o a pie por las carreteras del país.
Por medio de actividades recreativas se trabaja en el fortalecimiento de habilidades psicomotoras, siendo este un espacio de aprendizaje y dispersión. De igual manera, se convierte en un lugar en el que se pueden identificar riesgos y donde se activan los respectivos protocolos con las instituciones pertinentes en caso de posibles casos de violencia, agresión, trata de personas, entre otros.
Dominic y Jesús, dos hermanos migrantes provenientes de Caracas, Venezuela, llegaron al puto de atención en Popayán del proyecto Esperanza Sin Fronteras con su familia donde pudieron acceder a kits de higiene para poder asearse durante su camino además de participar en los EAN.
“Nos sentimos muy agradecidos por la crema de dientes, el shampoo y demás cosas que nos dieron. También las charlas fueron muy buenas y pudimos colorear y jugar”, mencionan los hermanos antes de continuar su camino.
Según el más reciente informe del Grupo Interagencial de Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM), “la población en tránsito registra mayores condiciones de vulnerabilidad en cuanto a necesidades básicas insatisfechas: el 92% de ellos no cuenta con recursos suficientes para su viaje, incluso caminan entre tres y doce horas al día. También afrontan dificultades para acceder a agua potable y saneamiento básico”. Se necesitan más de 665 millones de dólares para brindar asistencia humanitaria a los migrantes en Colombia dignificando su tránsito y su estadía en el país, entre ellas, miles de niñas, niños y adolescentes.
Ante esta realidad, Esperanza Sin Fronteras sigue con su trabajo articulado para mejorar la protección de la niñez y las condiciones de alojamiento de los migrantes venezolanos vulnerables, en particular las niñas y niños en situación de riesgo, la niñez no acompañada y/o separada y los padres, madres y cuidadores.