Abracen pero no estrangulen. Al mes de posesionarse Petro.
Por Felipe Solarte Nates
Abracen pero no estrangulen, podría recomendárseles a quienes votaron por Petro y al mes de
posesionarse ya quieren que les cumpla todas sus peticiones, por encima de las de los demás y de los ajustes administrativos y presupuestales que debe hacer su equipo de gobierno.
Boric en Chile, después que las mayorías no aprobaron el proyecto de Constitución elaborado por los elegidos para reformarla, al exacerbar sus intereses raciales y corporativos en detrimento de los de la mayoría de población, deberá tramitarla en el Congreso y además debió hacer
reacomodos en su gabinete.
En Colombia, ante tantos cambios represados a lo largo de años de gobiernos neoliberales al
servicio de minorías que temen perder sus privilegios, Petro prioriza la discusión del proyecto de
reforma tributaria, que originalmente busca obtener 25 billones de pesos para poder ejecutar
programas de gobierno, como la reforma rural integral, uno de los pilares del congelado acuerdo
de paz con las FARC, que es básico para su propuesta de convertir a Colombia en potencia
productora de alimentos y que tantas expectativas ha generado entre: campesinos -desplazados
de sus tierras por los paramilitares, guerrillas y bandas armadas-, indígenas, comunidades afros, y hasta destechados, que se lanzaron a instalar cambuches en tierras ubicadas en diferentes
regiones del país, urgiendo al gobierno nacional para que se las adjudiquen legalmente.
Comprendiendo la multicausalidad del conflicto colombiano, el gobierno también propuso la “Paz
total”, al entender que no basta con haberse desmovilizado cerca de 7.000 guerrilleros de las
FARC, sí, continúan las disidencias, la Nueva Marquetalia, el Clan del Golfo, y demás bandas
armadas que en diversas regiones del país enfrentan a la fuerza pública o se alían con algunas
“manzanas podridas" y además entre ellos, siembran el terror contra las comunidades rurales atrapadas en el fuego cruzado por apoderarse de los cultivos de coca, laboratorios, rutas fluviales y marítimas, la minería ilegal, extorsión, reclutamiento forzado de menores, etc.
El convertir los campos colombianos en productores de alimentos para nuestra seguridad
alimentaria y para exportar y multiplicar la afluencia de turistas sólo serán realidad si aclimatamos la paz. También la reconversión energética desarrollando nuevas fuentes de energía y el control a la quema y tala de selvas por parte de narcohacendados ganaderos que buscan apropiarse de los baldíos de la Nación y lavar sus dineros.
Nada se logrará mediante los diálogos regionales con los diversos sectores sociales en conflicto
por la tierra, como sucede en el Cauca y también, con los diversos grupos armados, sí, los Estados Unidos y demás países, no cambian la política antidrogas basada en la persecución a cultivadores, procesadores y narcotraficantes, y sin regularlas por los gobiernos, tal como hicieron con la marihuana, los países donde los productores organizados, el Estado y no las mafias, son los principales beneficiados.
En los 4 años de gobierno, también están pendientes reformas como: la Política, electoral, en la
salud, pensional, educativa, en los subsidios para la población desprotegida, etc, que con paciencia y habilidad deberá tramitar la coalición de gobierno ante el Congreso en el que la mayoría de partidos se sumaron a la coalición de gobierno.
A los agalludos, que creyéndose con mas atributos y porque votaron por Petro ya quieren que les cumpla todas sus peticiones, hay que solicitarles moderación, para no debilitarlo, como le sucedió a Boric en Chile, que en medio de presiones deberá reencausar la reforma constitucional para no sufrir lo que hace 50 años afectó a Salvador Allende, cuando los grupos de izquierda radical, presionando cambios acelerados, facilitaron el ascenso de la dictadura de Pinochet patrocinada por la CIA.