Buena noticia para las confecciones colombianas

La propuesta del Gobierno Nacional de subir los aranceles a la ropa importada no ha tardado en levantar el debate en varios sectores económicos. El borrador del decreto busca modificar parcialmente el arancel para la importación de confecciones en el país, pasando del 15% (con algunas condiciones) al 40%. De entrada nos parece una medida muy importante para proteger la industria textil nacional y estimular la creación de nuevas empresas en el sector. Por otro lado se protege no solo la viabilidad financiera de los productores si no los miles de empleos que generan las confecciones, empleos mayoritariamente ocupados por mujeres. Los productores nacionales celebraron esta decisión. Desde la presidencia de la Cámara Colombiana de Confección, están seguros que la medida va a generar empleo y se van a recuperar otros que se habían perdido. De igual manera va a ayudar a disminuir el déficit de la balanza comercial, es decir la diferencia entre lo que importa Colombia de los mercados extranjeros y lo que la industria nacional logra vender en el exterior. En este sentido las cifras son dicientes, para junio de este año las importaciones estaban por los 1.417 millones de dólares, mientras que las exportaciones solamente eran de 439 millones de dólares. Esa diferencia abismal afecta al empleo, el que se pierde en nuestro país y se gana en otras naciones.Por supuesto la medida tiene contradictores, específicamente en el sector comercial que se alimenta de prendas importadas de países africanos y asiáticos. Desde ese gremio se argumenta que la subida de los aranceles impactará en el precio de la ropa y que además estimulará el contrabando que aumentará su rentabilidad en un 40%. Además afectará a los consumidores no solo por el incremento de los precios sino porque ya no encontrará en el mercado todas las marcas de su preferencia. Desde este espacio editorial, frente a este debate, creemos que de aprobarse el decreto, el beneficio que traerá para el país es mucho mayor que las desventajas. Y en este sentido parafraseamos la respuesta que da el presidente de la Cámara Colombiana de Confección: “¿De qué nos sirve a nosotros los colombianos tener prendas entre comillas económicas si muchos colombianos hoy no tienen un empleo?”. Ni más ni menos. Esperamos que esta iniciativa del Gobierno se cristalice.