Caminos sin restricción

Con el paso de estos años, lidiamos a una alcaldía bastante insipiente, notamos que son abismales las problemáticas que aquejan a la ciudad, porque empeoraron en estos últimos 4 años. Empezando por el mayor de los inconvenientes, la falta de una autoridad vía, que permita y regule el transito en la ciudad. Porque no solo es cuestión de movilidad, sino que esto ha llevado a una terrible inseguridad.
En las calles solo se ven motociclistas sin cascos, vehículos sin placas, algunos hasta transitan en su día de pico y placa, solo toman vías secundarias para evadir las cámaras ‘fotomulta’, las cosas no paran ahí, pasadas las nueve de la noche las motocicletas van de norte a sur a sus anchas porque no hay quien lo impida, es más se suelen reunir para hacer caravanas, carreras y un sin número de cosas más por mencionar.
Ya no hay control, pues es bien sabido entre los ciudadanos, que la alcaldía debe una millonaria suma a los entes policiales de tránsito, en su notable desespero la administración municipal, pone agentes de transito que son insuficientes, poco respetados y con poca autoridad, sus labor es tan fracasada, que solo se resume a estar en el centro evitando que se utilicen las vías como parqueadero y unas cuantas veces los fines de semana salen a las dos de la mañana, hacen reten, pero eso no evita que pasen motos en sus narices, haciéndoles fieros y pasando por alto cualquier norma de tránsito que pueda existir.
Muchos ciudadanos viven con temor, porque no hay garantías para movilizarse, aumentaron los índices de atracos, asesinatos, accidentes automovilísticos, venta de vehículos hurtados y que han sido modificados, generalmente en los números de chasis, placas falsas, informalidad en el transporte y problemas de movilidad. Esto desencadena una serie de problemáticas sociales, de tipo cultural, porque se están perdiendo las buenas prácticas de convivencia ciudadana, no hay civismo, no hay respeto, todo es caos en las calles y es el diario vivir de los payaneses, que claramente viven en medio incertidumbre e inseguridad, porque ante cualquier situación peligrosa, lo más probable es que nadie responda; en accidentes se suelen ‘volar’ los infractores, los asaltadores se movilizan en motos sin placas, ante ello nadie puede interponer denuncias y solo deben conformarse con que no les hagan daño físico.