CUÁLES SERÁN LOS SECTORES EN ALERTA Y CON OPORTUNIDAD PARA 2025

La economía colombiana es un reflejo del dinamismo y la resiliencia de los diferentes sectores productivos del país. Sin embargo, enfrenta un contexto marcado por retos internos, como la incertidumbre normativa, y factores externos, como el cambio climático y las fluctuaciones de los mercados internacionales.

En este entorno, resulta crucial identificar las áreas con mayor riesgo para actuar de forma preventiva, así como destacar las oportunidades emergentes que puedan impulsar el crecimiento económico. Alejandro Escobar, gerente estratégico de Sectorial.co, resalta que un análisis integral es indispensable para que los empresarios y tomadores de decisiones puedan navegar con éxito este panorama complejo.

«Es fundamental entender las dinámicas económicas actuales para anticiparse a los cambios y aprovechar las ventajas competitivas que ciertos sectores ofrecen. La capacidad de adaptación será la clave para el éxito en 2025,» afirma el experto.

SECTORES EN ALERTA

Carbón: la decisión del Gobierno de prohibir las exportaciones de carbón térmico hacia Israel ha generado preocupación en la industria minera. La Asociación Colombiana de Minería (ACM) estima que esta medida podría afectar la recaudación de impuestos y regalías en aproximadamente $650.000 millones, golpeando especialmente a los departamentos de Cesar y La Guajira, que dejarían de recibir más de $100.000 millones.

Por su parte, el incremento en la sobretasa al carbón dentro de la reforma tributaria, que pasaría de un 10,0% a un 15,0%, junto con modificaciones en la base gravable del impuesto al carbono, aumentaría las cargas fiscales para el sector. 

Lácteo: la situación de los productores lecheros es crítica. Según la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), en el último año y medio el precio que reciben los productores ha disminuido más de un 16,0%. Mientras tanto, el precio al consumidor no ha reflejado esta caída; al contrario, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la leche líquida aumentó un 0,4% anual a agosto. 

En el mercado formal, el precio promedio del litro de leche es de $1.757, pero los productores informales enfrentan condiciones mucho más difíciles, vendiendo su producto a precios que oscilan entre $1.600 y menos de $900, lo que les impide cubrir costos de producción. Esta problemática es más grave si se considera que cerca del 45% del sector opera en la informalidad, limitando las posibilidades de sostenibilidad a largo plazo. 

Gas natural: las proyecciones del Gestor del Mercado indican que en 2025 y 2026 no habrá suficiente gas natural disponible para cubrir la demanda de hogares, comercios, vehículos e industrias de manera firme. Este recurso, que representa el 32,0% del consumo energético industrial, es clave para sectores como la producción de fertilizantes, esenciales para la seguridad alimentaria. 

La escasez de gas natural podría obligar a muchas empresas a regresar al uso de combustibles más contaminantes, aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el cierre de plantas estratégicas tendría repercusiones en el empleo, la inflación y la competitividad del mercado colombiano. 

Piscicultura: en los últimos tres años, la trucha ha registrado incrementos significativos en su precio, lo que atrajo a más productores al mercado. Sin embargo, este aumento de la oferta ha provocado una sobreproducción que, en los últimos meses, ha reducido drásticamente las ganancias. Además, las exportaciones han caído casi un 30,0% en comparación con el mismo periodo de 2023, generando tensiones adicionales para los productores. 

Energía: el sector energético enfrenta advertencias sobre la capacidad de generación firme. Para 2026, se anticipa un déficit que podría causar racionamientos en caso de fenómenos climáticos como El Niño o sequías extremas. Los administradores del mercado eléctrico XM han señalado que, en abril de 2024, los embalses alcanzaron niveles críticos por debajo del 30,0%. Esto aumenta el riesgo de escasez de energía hidroeléctrica entre diciembre de 2024 y enero de 2025, complicando aún más el panorama energético del país. 

SECTORES CON OPORTUNIDAD

Café: Colombia ha logrado superar su meta de producción cafetera al alcanzar cerca de 13 millones de sacos de 60 kilos en el presente año, a pesar de los retos climáticos que afectan los cultivos. A esto se suma un repunte significativo en el precio del café colombiano, que para septiembre mostró un incremento del 64,9% en comparación con el mismo mes de 2023. Las exportaciones del grano también han mantenido una tendencia al alza, fortaleciendo el sector.

Transporte portuario: hasta agosto de 2024, el mercado nacional de contenedores registró un crecimiento del 11,0% en volumen respecto al mismo periodo del año anterior. Este avance responde al dinamismo del comercio exterior, evidenciado en un aumento del 14,4% en las importaciones y del 4,8% en las exportaciones. Cerca del 90% de los muelles del país reportaron incrementos en el volumen movilizado internamente. Entre ellos, destaca la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, que lideró con un crecimiento del 32,7%.

Cacao: a nivel global, la producción de cacao ha disminuido debido a factores como eventos climáticos adversos, incremento de plagas, baja inversión y escaso desarrollo tecnológico en los principales países productores, especialmente en África. Este panorama ha derivado en una bonanza de precios y demanda, creando una oportunidad para que Colombia fortalezca a sus pequeños productores, modernice procesos y mejore el manejo fitosanitario. El país ya se beneficia de este contexto, con un aumento del 142,0% en el precio de compra del cacao nacional en octubre de 2024, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Frutas: en el primer semestre del año, las exportaciones colombianas de frutas crecieron un 48,5% frente al mismo periodo de 2023, alcanzando USD $965,3 millones. Según la Asociación Nacional de Comercio Exterior (ANALDEX), el banano lideró este crecimiento con un aumento del 70,7%, representando el 63,4% del valor total de las exportaciones frutícolas. Otras frutas destacadas incluyen el limón Tahití, con un incremento del 51,3%, y productos como la gulupa (20,4%), el aguacate Hass (19,4%), las uchuvas (10,6%) y el plátano, que registró un crecimiento del 13,3%.