Cuestión de perspectiva

Un viejo relato yoruba cuenta la historia de un anciano que pasaba por un camino que dividía dos campos de trabajo en los cuales había un trabajador en cada uno. El anciano pasó con un sobrero grande y llamó la atención de ambos trabajadores. En su rato de descanso los dos tipos cuentan sobre el suceso del paso del señor con el sombrero, uno decía que nunca había visto un sombrero verde tan grande, el otro dijo que el no vio que el sobrero era verde sino rojo. Ante la certeza de cada uno se formó la discusión. Luego el señor del sobrero volvió a pasar, a lo que ambos trabajadores observaron bien su sombrero y cada uno se dio cuenta de que el otro era el que tenía la razón. Es decir, ambos estaban en lo correcto y a la vez equivocados. El señor les muestra que el sombrero, era de dos colores, verde por un lado y rojo por el otro. Así es como se manifiesta la verdad, cada suceso es cuestión de perspectiva.

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Nuestro campo auditivo

Los Hertz (Hz) es como se le llama a las frecuencias sonoras. El oído humano es capaz de escuchar entre 20hz que es el volumen de un susurro y 20.000hz  que son sonidos ya demasiado agudos casi imperceptibles. Ni por debajo ni por encima de ese rango podemos saber qué está sonando.

Nuestro campo visual.

No es una cuestión de distancia sino una cuestión de rango visual. El ojo humano solo puede ver lo que pasa por encima del infrarrojo y por debajo del ultravioleta.

Esclavo de los sentidos

Comprender la verdadera naturaleza o la totalidad de la realidad de los sucesos es casi imposible. Nuestro cuerpo humano, está diseñado para asimilar y comprender  solo una fracción de la realidad, por lo que se nos resulta difícil sacar conclusiones sobre la naturaleza de la realidad.

Ampliando el rango

La capacidad humana de crear tecnología, nos ha llevado a la creación de artefactos que han podido ampliar nuestra comprensión de la realidad. A través de ellos, podemos darnos cuenta qué pasa debajo del infrarrojo y las frecuencias sonoras bajas, también lo que pasa por encima del ultravioleta y más allá de los 20.000 Hertz. Los descubrimientos son inquietantes.