Según la Federación Mundial de Hemofilia, esta es una enfermedad hereditaria que afecta la coagulación, causando que las personas sangren durante más tiempo de lo normal, presentando hemorragias espontaneas en articulaciones, músculos o diferentes partes del cuerpo.
Es un trastorno poco frecuente, trasmitido por las mujeres y que aqueja a los hombres. En Colombia, la organización Cuenta de Alto Costo reportó una prevalencia de 5 casos por 100.000 habitantes.
La Organización Mundial de la Salud afirma que una de cada diez mil personas nace con esta patología. Las personas con hemofilia poseen bajos niveles de las proteínas que se encargan de hacer que la sangre coagule de manera adecuada.
Las manifestaciones más comunes de la hemofilia son las hemorragias en diferentes partes del cuerpo de manera interna como debajo de la piel (moretones), articulaciones, músculos y tejidos blandos; o externa como en la nariz, la boca y las encías. Éstas también se pueden presentar después de recibir inyecciones o en la cabeza del recién nacido tras un parto difícil. También se puede presentar sangre en la orina o en las heces.
Es recomendable que las personas que tienen hemofilia lleven un estilo de vida en el que prevalezca el cuidado de sus articulaciones realizando actividades físicas como la natación, uso de la bicicleta y caminatas, así mismo, evitar los deportes de contacto como el boxeo o fútbol, entre otros.
Igualmente, es importante mantener una excelente higiene oral con la finalidad de evitar procedimientos que provoquen sangrados y evitar medicamentos como analgésicos.
Avances en la lucha contra la hemofilia
El hematólogo Yhonny Roberto Cárdenas Rodríguez del Hospital Central de la Policía Nacional, afirmó que los niños que nacen con esta enfermedad tienen dificultades para el desarrollo, debido a que ellos no pueden hacer deportes de contacto lo que hace que su calidad de vida se vea muy disminuida ya que cualquier golpe o traumatismo genera hemorragias graves.
Agregó que en la vida adulta lo ideal es preservar la salud articular para que las hemorragias no afecten las rodillas, los codos, los tobillos, permitiendo mantener una vida más sana.
Finalmente sugirió que los pacientes hemofílicos no se dediquen a profesiones que tengan riesgo de hemorragias como trabajos en alturas o practique deportes de contacto, sino que traten de desempeñarse en áreas que no corran riesgo físico con la finalidad de manejar de manera adecuada los tratamientos médicos.