En una operación conjunta, el Ejército Nacional y la Policía Nacional asestaron un duro golpe a las economías ilícitas del Clan del Golfo al intervenir ocho unidades de producción minera ilegal en los departamentos de Boyacá, Caldas y Chocó.
Durante el operativo, las autoridades destruyeron ocho excavadoras y cuatro motores industriales, además de incautar cinco motobombas y cuatro taladros, con un valor comercial superior a los $4 mil millones. Los equipos eran utilizados para la extracción ilegal de oro y generaban una producción mensual estimada de 11.700 gramos del mineral, equivalente a más de $4.880 millones en el mercado.
Según información de la Policía, esta infraestructura minera pertenecía a redes criminales asociadas al Clan del Golfo, las cuales utilizaban estas actividades como fuente de financiamiento y expansión territorial.
Uno de los puntos clave de la intervención fue el corregimiento Santa Bárbara, en el municipio de San Pablo de Borbur (Boyacá), ubicado en la provincia de Occidente, una zona afectada históricamente por la minería ilegal.
Además del impacto económico al grupo armado, la operación representó un avance importante en términos ambientales. La Policía informó que, con esta acción, se evitó la contaminación de al menos cinco millones de litros de agua debido al uso indiscriminado de mercurio y otras sustancias tóxicas en los procesos de extracción.
Las autoridades continúan con operativos coordinados para desmantelar estructuras similares en otras regiones del país y reiteraron su compromiso con la defensa del medio ambiente y la lucha contra las economías ilegales que financian al crimen organizado.