La Paz

Jesús Arcos SolanoPor Jesús Arcos Solano

Abordar el tema de La Paz es bastante escabroso por los campos que abarca y el antónimo que conlleva, como es la guerra. El Papa Francisco, a pesar de sus dolencias físicas, ha visitado países en conflicto. Está empeñado en este loable propósito, junto con gobiernos que buscan el mismo fin. El Santo Padre propone que el diálogo sea el mediador. Grato fuera que todo ser humano, pusiera su granito de arena y contribuyera de alguna manera, por ser uno más, de los tantos que anhelamos la tan esquiva paz. En el libro “Popayán desde la esquina” del escritor Jesús Astaíza Mosquera, leemos: “Que bueno es recordar, de tu paz y de mi paz, depende la paz de los demás”. Reflexionemos sobre este pensamiento y saquemos nuestras deducciones. No hay duda de que los colombianos deseamos vivir en paz, es nuestra mira. Infortunadamente personas sin horizontes nobles, buscaron el camino de las armas; es decir, la guerra; cuyo objetivo es la supervivencia propia y el exterminio del otro. Lo grave, que en estas contiendas demenciales, mueren niños, ancianos, enfermos. Se obra a la defensiva, no importa que mueran padres, hermanos, tíos, sobrinos. El contendiente no sabe contra quien pelea. Esta es la guerra, aniquilar al contendor y mostrar el trofeo del triunfo, que es la matanza en batalla. Esto ocurre en Rusia, Ucrania y otros países, como nuestra agobiada Colombia, en donde los grupos en contienda, persiguen la muerte del contrario, este es el objetivo del enfrentamiento salvaje entre hijos de una misma patria; guerra fratricida, que sólo deja desolación y muerte. Es muy sabio Erasmo de Rotterdam, cuando dice: “ La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa” ¿Qué opinamos? Nos hemos olvidado de Dios, estamos en una sociedad desmoralizada, sin principios sin valores. Jesucristo dijo: “Mi paz os dejo mi paz os doy”. Y agregó: “Amaos los unos a los otros”. Pero nosotros, como dijo Cantinflas en la película Su Excelencia, confundimos los términos: “Armaos los unos contra los otros”. Lo que se ve ahora, no se había visto antes, la situación es caótica, preocupante, la inseguridad palpable nos tiene aniquilados. Que impere la justicia, sin ésta no hay paz. Es urgente, que hagamos un examen de conciencia y cambiemos de proceder. Busquemos la convivencia. Que el Todopoderoso nos conceda su misericordia infinita y que El nos ayude a lograr la paz. Dice el Maestro Valencia en la poesía Anarkos: “No puede ser que vivan los humanos que vivan como fieras”. El mundo no puede seguir así.

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