Los gritos desesperados de Esperanza Güiza alertaron a la comunidad de la vereda Morro Negro, en el municipio de Landázuri, Santander, en la madrugada de este sábado 2 de noviembre. Según testigos, la mujer imploraba por su vida mientras era brutalmente atacada con un machete, presuntamente por su expareja, Pablo Chacón. La agresión fue tan violenta que movilizó de inmediato a las autoridades y a los vecinos de la zona.
El ataque, calificado como un intento de feminicidio, habría ocurrido en el marco de una discusión sobre la venta de una finca en proceso de divorcio. Según algunos habitantes de la vereda, Esperanza y Pablo llevaban meses en los trámites de separación, y la venta de la propiedad era uno de los puntos de conflicto. “Estaban hablando de la venta de la finca, algo no les gustó y empezaron a agredirse. Esto es inaceptable, más aquí, donde todos somos prácticamente familia”, relató un vecino en diálogo con el medio informativo Regional.
En medio de la agresión, la mujer sufrió heridas profundas en la cabeza, en un hombro, en el pecho y en una mano. Las lesiones obligaron a los médicos a trasladarla de urgencia a un hospital de mayor complejidad en Bucaramanga, donde permanece en estado reservado. Su pronóstico es incierto, y los médicos están haciendo todo lo posible por estabilizarla.
El violento suceso ha generado conmoción e indignación en la comunidad de Morro Negro, donde los vecinos exigen justicia y protección para las mujeres víctimas de violencia de género. Las autoridades de Santander han manifestado su rechazo ante este caso de presunto feminicidio, y organizaciones locales han hecho un llamado a prevenir la violencia contra la mujer en la región.
Este ataque se suma a una serie de incidentes violentos en la región, donde en los últimos días se han registrado otros crímenes que afectan la seguridad y la tranquilidad de los habitantes. Las autoridades han anunciado que reforzarán las investigaciones para esclarecer este hecho y sancionar a los responsables.