Murmuración y chisme

Nos piden los amables lectores que hablemos de un vicio muy arraigado por estas tierras, que entretiene, distrae, pero también suele hacer daño a veces: el chisme o la murmuración. Se dice de la actividad exclusivamente humana (no se sabe de especies animales chismosas) que consiste en hablar de alguien o algo, tan bien como mal, aunque generalmente de forma desfavorable, sin que la persona en cuestión esté presente. Algunos sinónimos de murmuración son habladuría, comadreo, rumor, chisme o cotilleo, siendo este último del ámbito coloquial.

Un vicio inmoral

Desde la moral cristiana se castiga esta costumbre. “La murmuración es hija del Amor propio y de la Ligereza. Es la Murmuración un vicio universal de todos los climas, tiempos y estaciones; es un torrente desbordado; es un mar sin riberas que, salido de madre, inunda todos los corazones o la mayor parte de ellos. La Murmuración, hace su nido en los corazones vanos, soberbios y ligeros. La chispa del Amor propio la enciende en el corazón y crece el fuego desbordándose, quemando todo lo que toca”. “El Señor ha oído vuestras murmuraciones contra Él. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el Señor” (Ex 16,8). Murmurar, es hablar mal de una persona ausente, pero de cosas que, el que habla y el que escucha, conocen, aunque no tienen por qué comentarlo “ponzoñosamente”. Difamar, es quitar la fama al otro, diciendo de él, en su ausencia, cosas malas que el o los que escuchan no conocen, y que no hay por qué decirlas, aunque sean ciertas. Calumniar es lo peor. Es decir, “con mentira”, cosas malas de alguien que no está presente, para perjudicarlo.

Chisme y evolución

A pesar de la opinión generalizada de que no deberíamos chismorrear porque, además de ser algo trivial, vulgar y ordinario, es un acto moralmente reprochable, lo cierto es que, a lo largo de la historia, cotillear ha sido la práctica que ha permitido a los seres humanos establecer y estructurar relaciones con los demás.Según una de las teorías del origen del lenguaje, todo empezó hace 70.000 años, cuando el Homo sapiens adquirió unas nuevas capacidades lingüísticas con las cuales pudo compartir información no solo sobre el mundo, sino sobre los demás de su especie.