En el corregimiento de La Loma de Calenturas, en el municipio de El Paso, Cesar, un niño de tres años tomó una moneda de un estante y, sin que sus padres lo notaran, se la introdujo en la boca y se la ingirió. Posteriormente, lo llevaron al hospital pero debido a la seriedad de la situación, fue transferido a la Clínica Laura Daniela de Valledupar.
El niño está registrado en la EPS Coosalud, la cual debía coordinar la derivación del menor a un centro médico de cuarto nivel, ya que en la clínica actual no disponían de un gastroenterólogo para llevar a cabo el procedimiento necesario. En un estado de desesperación, el padre del niño, conocido como Robinson Álvarez, inició la búsqueda de ayuda y difusión para el caso de su hijo. La solicitud de asistencia alcanzó a la Personería Municipal de Valledupar.
“El tema de salud no tiene segundas oportunidades, por eso prendí la alarma, coloqué a la funcionaria encargada en salud de este ministerio para que con dos funcionarios visitaran a las EPS y a la IPS, uno, para saber por qué al niño no lo estaban atendiendo y la especialidad que requería, y a la IPS para agilizar el traslado, el niño se estaba complicando porque no podía comer”, señaló el personero Silvio Cuello.
Posteriormente, se llevó a cabo una reunión médica en la que se concluyó que, ante la carencia de personal especializado para abordar el caso, era necesario trasladar al menor de manera inmediata. El niño fue llevado por tierra al Centro de Atención Complementaria Especializado (Cace) Pediátrico en Barranquilla, donde se llevará a cabo el procedimiento quirúrgico necesario.
