París atraviesa uno de los episodios de calor más intensos registrados en los últimos años. La capital francesa se encuentra bajo alerta roja por ola de calor, con temperaturas que alcanzan los 40 °C y se espera que superen los 41 °C este miércoles, según el organismo meteorológico Météo-France.
Medidas de emergencia y servicios afectados
La situación ha llevado a la suspensión de clases en más de 1.350 escuelas, especialmente en la región de Île-de-France. Las autoridades también han cerrado el último piso de la Torre Eiffel, y se han emitido restricciones para el transporte, como la reducción de velocidad en vías urbanas y prohibiciones para vehículos contaminantes.
Además, se recomienda el teletrabajo para reducir la exposición al calor y el uso del transporte público en horas de menor intensidad térmica.
Riesgos para la salud y población vulnerable
La ola de calor representa un riesgo serio para toda la población, incluso para personas saludables. Sin embargo, los adultos mayores, niños, personas con enfermedades crónicas y quienes trabajan al aire libre enfrentan un mayor peligro de deshidratación, insolación o golpes de calor.
Las autoridades sanitarias han emitido una serie de recomendaciones urgentes: mantenerse hidratado, evitar la exposición solar entre las 11:00 y 21:00, vestir ropa ligera, utilizar sombreros y recurrir a duchas o baños tibios para refrescarse.
Efecto regional e impacto climático
Esta situación no es exclusiva de Francia. La ola de calor se extiende por gran parte de Europa, con registros extremos en España y Portugal, donde se han alcanzado los 46 °C, y al menos dos muertes atribuidas al calor en Italia.
Los expertos explican que este fenómeno se debe a una “cúpula de calor”, una masa de aire caliente atrapada sobre Europa, proveniente del norte de África. Este tipo de eventos se hacen cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
¿Cuándo se espera que baje la temperatura?
Aunque el calor continuará en los próximos días, los pronósticos indican un descenso térmico a partir del jueves 3 de julio, con máximas estimadas de entre 28 °C y 31 °C, ofreciendo un pequeño alivio a los residentes y turistas de la capital francesa.
Conclusión
La ola de calor en París ha forzado medidas sin precedentes y ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las ciudades ante fenómenos extremos. Las autoridades llaman a mantener la calma, seguir las recomendaciones sanitarias y cuidar especialmente a las personas más vulnerables.