Robo de 100 millones de pesos: Atracaron a Tobías Franz, hombre alemán en “rutas seguras” del Distrito

En la mañana del domingo 04 de mayo en los cerros de Bogotá,una feliz jornada deportiva terminó en terror para cuatro ciclistas que recorrían los cerros orientales de Bogotá el pasado domingo. Entre ellos estaba Tobías Franz, un alemán que se enamoró de Colombia y decidió vivir en la capital para disfrutar de sus montañas. Ese día, su plan era subir al Páramo de la Cruz Verde por la conocida ruta de Biometrópolis, pero todo cambió cuando dos hombres armados y encapuchados los abordaron. Durante más de dos horas fueron secuestrados, amenazados y despojados de sus bicicletas, celulares, relojes y equipos de ciclismo de alta gama. Un golpe emocional, físico y económico que ha dejado huella en cada uno de ellos.

Eran las 11:00 de la mañana cuando el grupo, conformado por Tobías, Daniel Góngora, María Paola y un amigo más, inició el ascenso desde el kilómetro 16 de la vía a Choachí. En el punto conocido como “Alpe de Huez”, una referencia popular entre ciclistas, dos sujetos salieron de entre los matorrales: uno, bogotano, de baja estatura y armado con un revólver; el otro, más alto, con acento venezolano y portando un cuchillo. “¡Somos del Tren de Aragua!”, gritó uno, aunque las víctimas creen que fue solo una forma de intimidación. Les quitaron los celulares, los obligaron a cruzar la carretera y los llevaron por un sendero oculto entre arbustos. Allí empezó un cautiverio de más de dos horas en el que fueron amenazados de muerte, atados con sus propias prendas rasgadas y amordazados. María Paola, la única mujer del grupo, fue la más afectada: el agresor con cuchillo se mostró particularmente agresivo con ella, incluso después de que otro de los captores le pedía que se calmara.

Estafa

Las bicicletas robadas fueron: una Open morada, una Moots Womble, una Cannondale SuperSix EVO CX y una Rose Backroad, las cuales estaban valoradas en decenas de millones. A eso se suman relojes Garmin, computadores de ciclismo Wahoo, celulares iPhone y Xiaomi, implementos deportivos y el daño emocional. Después de que los agresores se retiraron, los ciclistas lograron soltarse y salir de la zona. Pero lo peor no había terminado. En medio de su desesperación por recuperar lo robado, fueron contactados por un hombre que se identificó como alto mando de la Policía y les aseguró haber recuperado las bicicletas. A cambio de entregárselas directamente, les pidió un giro de 200 mil pesos. La cita fue en un CAI, pero nunca apareció. Era otra trampa: una estafa más para un grupo de víctimas ya vulnerables.

El lugar donde ocurrió el crimen es una de las “Rutas Seguras” que promociona el Distrito para fomentar el turismo de naturaleza y el deporte. De hecho, hace menos de un mes, funcionarios de la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Región Central RAP-E y la Policía realizaron un recorrido allí para anunciar estrategias de protección y señalización. Pero ese día, no había ni un solo uniformado en la zona. Las víctimas aseguran que el sitio es muy frecuentado por ciclistas, pero que no existe ninguna presencia real del Estado ni control. “Nos quitaron todo, hasta la confianza. Y lo peor es que no hay quien responda. Ni policías, ni rutas seguras, ni nadie”, dijeron.

Los afectados han comenzado tratamiento psicológico por las secuelas del secuestro y la violencia. Franz, el ciclista alemán, está reconsiderando su permanencia en Colombia. “Nunca pensé que esto me fuera a pasar a mí”, dijo entre lágrimas. Las autoridades, hasta el momento, no han reportado capturas ni avances en la investigación. Los delincuentes escaparon con un botín superior a los 100 millones de pesos y dejaron una huella profunda en quienes solo querían disfrutar de la montaña..